miércoles, 7 de septiembre de 2011

El beneficio de ser real.

Víctor Sahuatoba        El beneficio de ser real    
 Palabras para Daniel Barajas Ramírez  
                                                                                         

Aunque la verdad es lo contrario de la mentira, la ficción no es lo contrario de la verdad.
Juan José Saer

Andrea Angel Coordinadora de FELISMA2011
y Daniel Barajas en la presentación de su obra El beneficio de ser ficticio 


Hoy estamos aquí en EPPCI para celebrar la cultura literaria: para hacer la presentación editorial de un libro,  la introducción de un  autor novel (aún escrito con letra u ve) y la presentación de una editora:  Danilo Filtrof, autor del texto El Beneficio de Ser Ficticio  por  La Editora de Textos Creativos Independientes, ETCI.
Lo que se espera de un presentador es que haga el elogio crítico del autor y  la incitación a leer su obra. Como  cómplice culposo yo estoy obligado a realizar un deslinde,  según el concepto de Alfonso Reyes, un deslinde literario; y seguir con ello las palabras del joven  crítico Geney Beltrán Félix, conferencista de FELISMA2010, cuando  señala:  “- El qué- lo estrictamente temático  siempre es secundario ante –el cómo- la riqueza o pobreza técnica y estilística de un texto”.
Gracias por acompañarnos esta noche y no se preocupen, no los embrollaré  siguiendo  la complejidad de un lenguaje técnico para enunciar lo complejo y para, redundantemente adentrarlos al interior de la materia con un laberinto de palabras. Simplemente diré algo de sentido común: que lo complejo no es sinónimo de enredado, y para agarrarle el hilo al ovillo del texto  y poder estirarlo hasta la orilla del entendimiento me  basta con señalar que dicho laberinto y el mismo hilo están hecho de lenguaje, es decir sólo de palabras. Nada más y nada menos.
Cuando leí el PDF que Danilo me envío vía internet – ¿o fue Daniel?-   para que este lector lo leyera  y escribiera después estas Palabras, recordé los primeros meses, enero y febrero de 2010 cuando Daniel  –¿o fue Danilo?- se presentó a nuestras sesiones de los sábados  de La musa hosca aquí en EPPCI en busca de compañía  y a compartirnos su proceso creativo de El Beneficio de Ser Ficticio; eran los esbozos de la Parte Primera del libro: A Inquietud B Decisión,  A, Obsesión B, Temor  A Nostalgia B… etcétera. Entonces me llamó la atención  el título y al igual que a ustedes también me surgió la pregunta: ¿Cuál es ese beneficio de ser ficticio?  Entonces no lo supe, ahora no se los diré porque eso ustedes queridos lectores deberán respondérselo a ustedes mismos.  Lo que sí les diré es que Daniel -¿O fue Danilo?-un sábado al concluir la sesión de La musa hosca se fue siguiendo y persiguiendo a su personaje –¿o su personaje a él-  y  no regresó al taller, para enterarme tiempo después que había concluido el libro y que ya estaba preparando su publicación. Creativo e independiente el muchacho –me dije- , arquitecto de su propio destino.
EL tema del doble en la literatura es y ha sido y será  fuente de creatividad y es tan antiguo como la literatura misma;  señalaré únicamente dos casos en el tiempo, el del norteamericano Edgar Allan Poe  en el siglo XIX  en su narración extraordinaria “ William Wilson” publicada en  1839, donde escribe:  “Permitan que, por el momento, me presente como William Wilson. La página inmaculada que tengo ante mí no debe mancharse con mi nombre verdadero.” Y  en el  siglo XX el sudamericano  Jorge Luis Borges  en sus breves y heterogéneos textos  de El Hacedor, publicados en 1960, donde escribió: “ Hace años que yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y el infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido o del otro. No sé cual de los dos escribe esta página”
¿Qué tipo de texto es el que escribió Danilo Filtrof al inicio de la segunda década del siglo XXI en  El Beneficio de Ser Ficticio?,  Para dar una respuesta a la pregunta, quizá nos  convenga --antes de caer en la tentación de generar interpretaciones por demás profundas y creativas del texto- recurrir a las palabras del propio autor  en  una entrevista que concedió a la publicación local de El Consejo: “El libro es una cuestión filosófica existencialista, está  disfrazada de narrativa” Ah, ¿Será Ensayo, eso que conocemos como literatura de ideas y que Alfonso Reyes bautizó como género centauro: criatura mítica  mitad caballo y mitad jinete? ¿Será un ensayo novelado? ¿O será una novela corta  de orientación ensayística? También puedo afirmar que el lector tiene la palabra.
El libro posee en su composición una estructura arquitectónica -¿porqué será?- y siguiendo esa analogía diré que  sobre la estructura el autor se ha tendido  un cableado del sistema de iluminación El Día y la Noche, de luces y sombras, de juegos dobles de A y B, reflejos que son B y A. Alguien que escribe, alguien que lee: No soy Yo  y Yo que no soy,  si no soy ficticio: Alberto y Gregorio. La libertad y El encierro, El bien y El mal que no es  Pedro que no es  Juan y  al final, la pregunta inicial ¿Cuál es el beneficio de  ser ficticio?     Danilo Filtroff sabe que el subibajas se juega  con dos, uno en cada extremo, por eso  afirma:  “algo similar a pretender jugar solo al subibajas”. Porqué  en una de las páginas una de las voces afirma:  “decidirse a inventar un juego propio; a nuestra medida, hacerlo complejo, acomodar todo a nuestro antojo y cuando logremos su dominio, invitar a otros a compartir nuestra creación y ganar “ Siguiendo esa analogía, el autor se coloca en un extremo del subibajas y Al lector en el otro. Agradecemos a Danilo  -¿o a Daniel?- el que nos compartan su juego, que por cierto para entenderlo y disfrutarlo hay que jugarlo, leer.
Finalmente la Casa Editora ETCI, una pregunta: –¿Es real o será  una ficción construida por Daniel, sólo para darle  realidad al ficticio Danilo Filtrof? Hago votos para que sea real  y se sume a La musa hosca Editura  a promover la cultura del libro y la lectura en FELISMA2011

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