El 2012, un año de espera, de incertidumbre, de culminación. Pero también un año de nuevos caminos, de transformación y de logros. Así ha pintado para la juventud de Felisma y sus organizadores el presente año, que inició un día después del mañana y no se detuvo en su severa y convencida marcha de trabajo desde enero hasta la fecha.
FELISMA, que ya ha recorrido camino como evento auspiciado y ahora también va formando una senda como proyecto independiente, nacido de la sociedad civil y para el fortalecimiento de la cultura del libro y la lectura, este año renueva sus estrategias, sus lazos, sus miradas e inevitablemente vive, crece y se conecta con la sociedad sanmiguelense, para celebrar la fiesta de las letras en un entorno inspirador y propicio, una tierra fértil donde la semilla de la palabra germina y da sin ver a quien, las flores exquisitas del lenguaje humano.
Aun contra cualquier inclemencia, Felisma vuelve a dar sus frutos este 2012 y San Miguel de Allende se aromatiza por un momento con el dulce olor de las letras. Y la ceremonia de la palabra es como encender el pábilo de un castillo de luz, la flama olímpica, el Fuego Nuevo.
Los creativos conjugan la imagen con la palabra y acuden a la fiesta para dar a conocer su concepción gráfica en el concurso de carteles, que unge y entroniza a la imagen representativa del festival.
En el edificio del antiguo Colegio de San Francisco de Sales se anuncia el nombre de quién presidirá los días de la Feria y en los salones del pueblo se escuchan conferencias magistrales sobre el espíritu de los tiempos y el inminente levantamiento de la palabra en una sociedad fresca que escuda en el saber sus luchas. El hermoso templo de San Francisco de Asis y su claustro, son el palacio donde tres géneros y sus valientes aprendices son premiados con el magnánimo trofeo de La musa hosca a la creación literaria: narrativa, poesía y ensayo. La misma musa hosca cumple 20 de existir como taller literario y es una doncella poderosa que no desampara a sus fieles.
2012, el año de las revelaciones mayas, el inaplazable sueño del quinto sol y el nacimiento de una nueva era. Es también el año de las revelaciones de FELISMA para San Miguel de Allende a través de su ala joven y todas las manos que la hicieron posible; y lejos de traer catástrofe, sus palabras de aliento nos traen días de gloria y de fértil literatura, un veranillo inesperado que habita entre las nostálgicas y frías mañanas del otoño en San Miguel de Allende.
Francisco Jasso
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